Fundamentos de la espuma de café con leche – Cómo hacer deliciosa leche espumada

La formación de espuma es probablemente la parte más subestimada de la cultura del café. Después de todo, sin espuma, tu capuchino o café con leche es sólo un simple expreso. Se necesita un poco de práctica para que incluso los mejores baristas se acostumbren. Vamos a sumergirnos un poco en el arte de la espuma.
La mayoría de los expertos coinciden en que es mejor empezar con una jarra de acero inoxidable, un poco de leche fría y una máquina de café con una varilla de vapor. En el pasado, hay tantas ideas diferentes sobre el proceso de espumado como mezclas de espresso.
Leche y café
El tipo de leche con el que empiezas depende del tipo de espuma que quieras obtener. Cuanta más grasa haya en la leche, más pesada y difícil de espumar será. La leche descremada es ligera y aireada, mientras que la mitad y la otra mitad es más espesa y rica. Se puede usar cualquier recipiente, siempre que no sea de plástico o susceptible de derretirse o romperse con el calor. Se prefiere el acero inoxidable porque es fácil de manejar.
Use la taza de la que piensa beber para medir cuánta leche se vaporiza. Tenga en cuenta que la leche se duplicará aproximadamente en volumen a medida que haga espuma, así que llene la taza con la mitad de la leche que la bebida requiere. Un capuchino es mitad leche al vapor y mitad expreso, así que para hacer un capuchino debes llenar la taza un cuarto de la taza con leche fría. Vierte la leche en la jarra.
Es importante que la punta de la varilla de vapor se mantenga constantemente justo debajo de la superficie de la leche. Si se mantiene demasiado profunda, la leche se quema o hierve antes de que haga espuma. Si no es lo suficientemente profunda, la leche saldrá de la jarra y hará un desastre. Mantén la palma de tu mano libre al ras del fondo de la jarra. Esto te ayudará a controlar la temperatura de la leche sin interrumpir el proceso.
Desliza el lanzador lejos de la máquina, a una velocidad constante, para que la varita permanezca a la profundidad adecuada mientras la leche se expande. En este punto, la jarra debe estar más caliente que la palma de su mano. Si no lo está, sumerja la varilla más profundamente en la leche para calentarla. Tenga cuidado de no hervirla. Si la leche se ha calentado demasiado, apaga el vapor y golpea la jarra contra el mostrador unas cuantas veces para liberar cualquier burbuja de aire grande. Girándola suavemente unas cuantas veces ayudará a enfriar la leche.
Conseguir espuma
Usando una cuchara de mango largo para sostener cuidadosamente la espuma, agregue la leche a la bebida. Tengan cuidado de verterla en un chorro continuo. Se puede usar una cuchara para añadir la cantidad deseada de espuma sobre la bebida, pero si la espuma se hace bien, el resultado es una fina microespuma que puede ser vertida directamente de la jarra. La canela, la nuez moscada o el chocolate rallado es una buena adición a cualquier bebida.

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