Té caliente y el glaucoma

El glaucoma causa la acumulación de presión dentro del ojo (presión intraocular) y daña el nervio óptico. Es una de las principales causas de ceguera en todo el mundo y actualmente afecta a 57,5 millones de personas, aunque se espera que aumente a 65,5 millones en 2020. Investigaciones anteriores sugieren que la cafeína puede alterar la presión intraocular, pero ningún estudio ha comparado hasta ahora el impacto potencial de las bebidas descafeinadas y cafeinadas en el riesgo de glaucoma, informa Europa Press.
Luego, un equipo de investigadores analizó los datos de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (NHANES, por sus siglas en inglés) 2005-2006 en los Estados Unidos. Se trata de una encuesta anual representativa a nivel nacional de unas 10.000 personas que incluye entrevistas, exámenes físicos y muestras de sangre, diseñada para medir el estado de salud y nutrición de los adultos y niños estadounidenses.
En este año en particular, también se incluyeron exámenes oculares para el glaucoma. Entre los 1.678 participantes que obtuvieron los resultados completos de la prueba ocular, incluyendo fotos, 84 adultos (5 por ciento) desarrollaron la condición. Se les preguntó con qué frecuencia y cuánto habían tomado bebidas con cafeína y descafeinado, incluidos refrescos y té helado, en los últimos 12 meses, usando un cuestionario validado.
En comparación con los que no bebían té caliente todos los días, los que sí lo hacían tenían un menor riesgo de padecer glaucoma, según los datos. Tras tener en cuenta factores potencialmente influyentes, como la diabetes y el tabaquismo, los bebedores de té caliente eran 74 por ciento menos propensos a tener glaucoma. Pero estas asociaciones no se encontraron para el café, el té helado o los refrescos descafeinados, con cafeína o descafeinados.
Se trata de un estudio de observación, por lo que no se pueden sacar conclusiones firmes sobre la causa y el efecto, y las cifras absolutas de los que tienen glaucoma fueron pequeñas. Tampoco se disponía de información sobre cuándo se había diagnosticado el glaucoma. En el estudio tampoco se preguntó acerca de factores como el tamaño de la taza, el tipo de té o la duración del tiempo de elaboración, que pueden haber influido.
Pero el té contiene antioxidantes y sustancias químicas antiinflamatorias y neuroprotectoras, que se han asociado con un menor riesgo de enfermedades graves, entre las que se incluyen las cardiopatías, el cáncer y la diabetes, según los científicos. Investigaciones anteriores sugirieron que la oxidación y la neurodegeneración pueden estar implicadas en el desarrollo del glaucoma y concluyen: “Se necesitan más investigaciones para establecer la importancia de estos hallazgos y si el consumo de té caliente puede desempeñar un papel en la prevención del glaucoma”.

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